El hallazgo de la música

Aproximadamente en el año 1845 llega al país un inmigrante español de nombre Manuel Ruibal, que rápidamente logro adaptarse a los efectos del desarraigo del terruño natural, estableciéndose de manera definitiva, al igual que la mayoría de otros inmigrantes europeos.
Demostrando inquietudes y deseos de progreso, se aboco a estudios en la Facultad de Medicina, recibiéndose de farmacéutico en el año 1875. Practico su profesión y resulto ser el fundador de la Primera Sociedad de Farmacia Nacional Argentina Bonaerense que se instalara entre nosotros.
No obstante su actividad, a la que dedicaba tiempos completos; demostró ser poseedor de un inagotable espíritu emprendedor en su afán de resultar útil al país y a la sociedad que lo había recibido. Esto lo llevo posteriormente a fomentar las industrias rurales, convirtiéndose y trabajando como hacendado en la Provincia de Buenos Aires, logrando destacarse en diferentes exposiciones ganaderas con presentaciones de productos de primer orden.
Esta ultima actividad, lo llevo a la necesidad de viajar al interior del país recorriendo distintas provincias, primordialmente la región cuyana, centro y el litoral argentino, donde rápidamente se convirtió en un personaje reconocido y querido por los habitantes y lugareños de aquellas poblaciones.
Aquí, es donde comienza a tomar curso el descubrimiento de nuestra historia cultural perdida. La actividad relacionada con sus viajes, le permitió desarrollar un dualidad de funciones, la tarea propia de su trabajo en primera instancia, y la practica de su afición personal en segunda; "adquirir músicas e instrumentos musicales antiguos".
Al respecto de su afición, durante sus primarios viajes por el interior del país, recorría negocios y casas particulares por derivación de aquellos, interesado en adquirir los instrumentos musicales, convirtiéndose en un coleccionista y conocedor destacado. Tan activa resulto su actividad en este sentido, que tiempos mas tarde ya no necesito desplazarse personalmente para la búsqueda, pues al enterarse los pobladores que Don Manuel estaba en el pueblo, le acercaban los instrumentos y piezas de música variadas al lugar donde este se hospedaba.
Fue así que en uno de sus viajes a la Provincia de Mendoza, le ofrecen un clavicordio de caoba procedente de la época colonial, instrumento que adquiere, embala y envía a Buenos Aires en el estado en que se encontraba. Tiempo después, retornado de aquella provincia, desembala el objeto adquirido y procede con una detallada revisión, notando que necesitaba pequeñas reparaciones para quedar en optimo estado.
Abocado a esta tarea como simple aficionado y luego de haber desarmado parte de su estructura de caoba, encuentra en el fondo interior del instrumento, volcados a modo de perdidos, una variedad de partituras musicales antiguas, así como otra gran variedad de manuscritos sobre partituras de grueso hilo, algunas de ellas con marcas de agua de 1813, donde se plasmaban estudios diversos y practicas iniciales de teoría y solfeo de la música.
De modo es, que gracias a la afición coleccionista de un inmigrante español, se logra recuperar de la perdida u olvido accidental, el origen cultural de nuestra música nacional, y con ellas la verdadera historia de músicas simples y artistas desconocidos, piezas hasta sin riquezas comparativas con otras de igual periodo procedentes del continente europeo, pero nuestras por sobre todo.
Aquellas que inicialmente fueran tocadas en salones y tertulias, donde se discutía en susurros la revolución, aquellas que probablemente llevaran las Bandas de los Regimientos N°8 y N°11 de San Martin durante las campañas libertadoras de Chile y Perú, vitoreadas, oídas y danzadas durante las antiguas retretas al aire libre. Aquellas que enriquecidas por nuevos caudales musicales e incrementadas por el profesionalismo adquirido de sus músicos, terminaron diseminándose por Latinoamérica como sinónimo de una nueva identidad cultural, gestada en los orígenes de la libertad de expresión de nuestro pueblo.


0 comentarios:

Publicar un comentario